Éxodo 28: 36-38
Harás además
una lámina de oro fino, y grabarás en ella como grabadura de sello, SANTIDAD
A JEHOVÁ. Y la pondrás con un cordón de azul, y estará sobre la mitra; por
la parte delantera de la mitra estará. Y estará sobre la frente de Aarón, y
llevará Aarón las faltas cometidas en todas las cosas santas, que los hijos de
Israel hubieren consagrado en todas sus santas ofrendas; y sobre su frente
estará continuamente, para que obtengan gracia delante de Jehová.
A aquellos
que pecan a pesar de haberles dicho que se pueden ir al infierno no les importa
porque no han aceptado el sacrificio de Cristo, y ya leímos que no todos son
escogidos para ser salvos. Por lo menos no son de los que, diciéndose
cristianos, engañan a gente que no conoce de la salvación de Cristo. Estos no
solo serán condenados por no haber aceptado nunca a Cristo sino también por
hacer tropezar a otros.
Jeremías 2: 19
Tu maldad te
castigará, y tus rebeldías te condenarán; sabe, pues, y ve cuán malo y amargo
es el haber dejado tú dejar a Jehová tu Dios, y faltar mi temor en ti, dice el
Señor, Jehová de los ejércitos.
La Biblia nos
habla de que hay siete coronas que vamos a recibir como premio a nuestras
acciones de obediencia a la palabra de Dios, las cuales veremos más adelante. Siempre
he pensado que la corona que el Señor nos dará cuando estemos en su presencia, dirá
“Santidad a Jehová”. Dios nos dará un nombre cuando estemos con Él. Ya hemos
hablado de su venida, del credo o la fe, y la Santidad es la causa de la
convicción de estos puntos. ¿En que creemos? nuestro Dios es el mismo ayer, hoy,
y por los siglos; tenemos que estar conscientes de que el mismo Dios que tenían
los judíos, es el que está presente en nuestras vidas. Él está presente cuando
tomas vino o drogas, cuando mientes o fornicas, etc. No es un Dios que podamos
conectar y desconectar a nuestro antojo, Él es omnipresente (siempre presente)
y, como dijo Pablo, si no estuviéramos seguros de esto, seriamos los más dignos
de conmiseración. ¿Qué objetivo tiene tu vida? ¿Te has puesto a pensar a quien
le sirves? ¿Para quién estas dando testimonio? ¿Qué testimonio le estás dando a
tu familia, a tus seres amados y a aquellos que te importan? Jesús dijo que el
que no es con Él, es contra Él ¿estás viviendo una vida de testimonio? Recuerda
que nadie tiene la vida comprada.
No debes
hacer planes para el mañana porque tienes que empezar a trabajar para Cristo; hay
millones de personas que se pierden por falsas profecías, malos principios, desidia
o ignorancia; ellos necesitan de ti y de tu testimonio. Millones se perderán porque
no todos reciben el regalo de Dios, no todos están predestinados (no por
designio de Dios más bien por el albedrio de cada persona). Recuérdalo, pero sobre
todo, recuerda que Dios nos dice que nos separemos de los que se dicen cristianos
y andan en pecado, que con los tales ni aún hablemos.
Te diré que, si
no estás seguro de que Dios está todo el tiempo en tu vida, Él está viendo por
encima de tu hombro para ver lo que estás haciendo, y así como le pedimos que
nos ayude, también debemos tener un compromiso con Él. Cristo dijo: “toma tu
cruz y sígueme” (esto es aplicable a todos los días del resto de nuestras
vidas) y, si cumples con esto, Dios tiene para ti muchas promesas que está
pronto a cumplir. La Palabra dice: “a los que aman a Dios, todas las cosas les
ayudan a bien” y esas promesas las podemos hacer cumplir en nuestras vidas.
Si tú vives con
engaños de tu pareja, relegado por tu familia o por tus compañeros de trabajo, en
el olvido de tus seres amados o en desobediencia, lo peor que puedes hacer es
alejarte de Dios. Renueva tus votos con Cristo si ya lo has aceptado como tu
Salvador, y si nunca has aceptado la Salvación por la sangre de Cristo, ora, arrepiéntete
de tus pecados, acepta el sacrificio de Cristo que entregó su vida para que tú
fueras salvo, y entrégate a Él para que su Santo Espíritu venga a morar en tu
vida y en tu cuerpo, pide Santidad para tu vida, sé valiente y prepárate para
traer a otros a los pies de Cristo; tal vez sigas sufriendo y padeciendo, pero
la Paz, que sólo Dios puede dar, vendrá a tu vida.
Juan 3: 16
Porque de tal
manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel
que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.
Hebreos 10: 10-17
En esa
voluntad somos santificados mediante la ofrenda del cuerpo de
Jesucristo hecha una vez para siempre. Y ciertamente todo sacerdote está
día tras día ministrando y ofreciendo muchas veces los mismos sacrificios, que
nunca pueden quitar los pecados; Pero Cristo, habiendo ofrecido una vez para
siempre un solo sacrificio por los pecados, se ha sentado a la diestra de Dios,
de ahí en adelante esperando hasta que sus enemigos sean puestos por estrado de
sus pies; porque con una sola ofrenda hizo perfectos para siempre a los
santificados. Y nos atestigua lo mismo el Espíritu Santo; porque después de
haber dicho: Este es el pacto que haré con ellos Después de aquellos días, dice
el Señor: Pondré mis leyes en sus corazones, Y en sus mentes las escribiré,
y añade: Y nunca más me acordaré de sus pecados y transgresiones.
Pídele a Dios
que te fortalezca a través su Santo Espíritu, que limpie tu vida y que te de
fuerzas para superar y salir de las trampas que está poniendo Satanás en tu
vida. Sólo Dios puede ayudarte, no creas que por tus propias fuerzas puedes
salir adelante, sólo Él puede hacer posible lo imposible.
Estos son
algunos de los tipos de coronas que el Señor tiene preparados para sus hijos:
LAS CORONAS
1. - 1ª Corintios
9: 25-27 (CORONA INCORRUPTIBLE).
2. -
Apocalipsis 2: 10 (CORONA DE VIDA).
3. - 2ª Timoteo
4: 8 (CORONA DE JUSTICIA).
4. - 1ª Pedro
5: 2-4 (CORONA DE GLORIA).
5. - 1ª Tesalonicenses
2: 19 (CORONA DE GOZO).
6. -
Apocalipsis 7: 2-3, 22: 4 (CORONA DE IDENTIDAD).
7. -
Apocalipsis 3: 11 (CORONA DE VENCEDOR).
Santiago 4: 7-10
Someteos pues
a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros. Acercaos a Dios, y él se acercará
a vosotros. Pecadores, limpiad las manos; y vosotros de doblado ánimo, purificad
vuestros corazones. Afligíos, y lamentad, y llorad. Vuestra risa se convierta
en lloro, y vuestro gozo en tristeza. Humillaos delante del Señor, y él os exaltará.
Puede ser que
pierdas la Salvación o puede ser que nunca la hayas aceptado con plena
conciencia; pienso que no es fácil saber si realmente aceptaste a Cristo y lo
tienes en tu corazón. A pesar de que la Biblia habla mucho de lloro y crujir de
dientes, hay muchos textos bíblicos que hablan del amor de Dios y sólo tenemos
que esforzarnos y ponernos en manos de Dios para disfrutar de ese amor; se
puede decir que todos fallamos y pecamos, aun siendo salvos, pero si no hay
arrepentimiento y un propósito de cambiar esa situación de pecado, podríamos
cuestionarnos, como lo dije antes, si realmente aceptamos el sacrificio de
Cristo con plena conciencia de lo que eso significa en nuestras vidas, o si
queremos entender la salvación a nuestra conveniencia.
Lucas 13: 24-30
Esforzaos a
entrar por la puerta angosta; porque os digo que muchos procurarán entrar, y no
podrán. Después que el padre de familia se haya levantado y cerrado la puerta, y
estando fuera empecéis a llamar a la puerta, diciendo: Señor, Señor, ábrenos, él
respondiendo os dirá: No sé de dónde sois. Entonces comenzaréis a decir: Delante
de ti hemos comido y bebido, y en nuestras plazas enseñaste. Pero os dirá: Os
digo que no sé de dónde sois; apartaos de mí todos vosotros, hacedores de
maldad. Allí será el llanto y el crujir de dientes, cuando veáis a Abraham, a
Isaac, a Jacob y a todos los profetas en el reino de Dios, y vosotros estéis
excluidos. Porque vendrán del oriente y del occidente, del norte y del sur, y
se sentarán a la mesa en el reino de Dios. Y he aquí hay postreros que serán
primeros, y primeros que serán postreros.
Juan 4: 34
Jesús les
dijo: Mi comida es que haga la voluntad del que me envió, y que acabe su
obra
Efesios 5: 15-17
Mirad, pues, con
diligencia cómo andéis, no como necios sino como sabios, aprovechando bien
el tiempo, porque los días son malos. Por tanto, no seáis insensatos, sino
entendidos de cuál sea la voluntad del Señor.
Los objetivos
que tengas para tu vida, ya sean espirituales, físicos, vocacionales, de
crecimiento personal, social, salud, etc. , todos tienen cabida en Cristo y
debemos tener presente que Dios siempre está junto a nosotros para guiarnos; tal
vez seremos objeto de burlas de la gente del mundo porque para ellos nuestra fe
es locura; aún nuestros seres queridos, sean cristianos o no, pueden burlarse
de nosotros, pero lo que no podemos perder de vista es que nuestra relación con
Dios es personal; no importa en qué condición te encuentres, no permitas que un
sentimiento de culpa te aleje de tu relación con Dios. Nadie es perfecto y nuestro
ejemplo a seguir es Jesús y Él es nuestro Salvador, el único Santo.
Si leemos con
detenimiento las Escrituras, veremos que dicen que podemos pedir los deseos de
nuestro corazón y ser prosperados como los patriarcas de los judíos, pero también
podemos trabajar para el Evangelio mundial, aunque esto puede ser sufrido y
martirizado; es una elección nuestra, pero todas estas opciones sólo se dan
cuando estamos en una relación con Dios, haciendo su voluntad y si nuestros
objetivos están alineados con los de Él.
Dios ha
condenado la idolatría de Israel y su desobediencia desde la antigüedad (ver
Isaías 66) y lo mismo hace con nosotros actualmente, y también Dios menciona cómo
nosotros decimos que algo malo es bueno, engañándonos a nosotros mismos, para
hacer conforme a nuestra voluntad. Cualquier vicio que tengamos puede
considerarse una idolatría delante de Dios ya que nos rendimos ante ese vicio
lo llamamos bueno cuando en realidad es malo y nos hace daño, llámese
drogadicción, alcoholismo, pornografía, tabaquismo, blasfemias, chismes, mentiras,
envidias, lascivias, deudas, etc. En principio, el engaño es ocasionado por una
actitud permisiva que, en ocasiones, hace que nos sea fácil aceptar una copa, un
cigarro, o echar una miradita incorrecta, pero con el tiempo, esto se vuelve
una necesidad que llegamos a justificar porque pensamos que ese mal sólo nos
afectará a nosotros y que realmente no es tan malo; el problema es que olvidamos
que a Dios no le agrada esta conducta porque somos morada del Espíritu Santo, y
el Espíritu es una Deidad (la tercera persona de Dios) que siempre está con
nosotros en el lugar de Cristo Jesús, para instruirnos y ayudarnos a vencer el
mal.
El capítulo
66 de Isaías nos dice cómo el Señor profetizó el castigo del pueblo judío por
su idolatría y cómo lo perdonaría y lo redimiría de sus pecados, los reuniría
nuevamente después de esparcirlos por las naciones y, finalmente, se
manifestaría a las naciones como el Dios de los Judíos en el Armagedón.
Nosotros no
debemos emitir un juicio sobre nuestros hermanos en Cristo por sus errores, y tampoco
sobre nuestros enemigos; lo que debemos hacer es orar por ellos, por su
Salvación y, si después de varios intentos, no aceptan el sacrificio de Cristo y
no quieren cambiar sus vidas, entonces seremos libres del compromiso de
sociabilizar con ellos. Hay gente que intentan vivir en Santidad, pero por
dentro están llenos de maldad y engaño, con los tales ni os juntéis dice la
Biblia; se refiere a los sensuales, a los que no dominan su carne, porque la debilidad
de la carne es la que conduce a casi todos los males y necesitan aprender que esto
se combate fortaleciéndose en oración, teniendo una comunión con nuestro Dios y
teniendo acceso directo al Lugar Santísimo por medio de nuestro Señor
Jesucristo.
Judas 1: 17-23
Pero vosotros,
amados, tened memoria de las palabras que antes fueron dichas por los apóstoles
de nuestro Señor Jesucristo; los que os decían: En el postrer tiempo habrá
burladores, que andarán según sus malvados deseos. Estos son los que causan
divisiones; los sensuales, que no tienen al Espíritu. Pero vosotros, amados,
edificándoos sobre vuestra santísima fe, orando en el Espíritu Santo, conservaos
en el amor de Dios, esperando la misericordia de nuestro Señor Jesucristo para
vida eterna. A algunos que dudan, convencedlos. A otros salvad, arrebatándolos
del fuego; y de otros tened misericordia con temor, aborreciendo aun la ropa
contaminada por su carne.
Eclesiastés 8:
5
El que guarda
el mandamiento no experimentará mal; y el corazón del sabio discierne el
tiempo y el juicio.
Apocalipsis. 22:
10-11
Y me dijo: No
selles las palabras de la profecía de este libro, porque el tiempo está cerca. El
que es injusto, sea injusto todavía; y el que es inmundo, sea inmundo todavía; y
el que es justo, practique la justicia todavía; y el que es santo, santifíquese
todavía.
Apocalipsis. 21:
8
Pero los
cobardes e incrédulos, los abominables y homicidas, los fornicarios y
hechiceros, los idólatras y todos los mentirosos tendrán su parte en el
lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda.
Apocalipsis. 21:
27
No entrará en
ella ninguna cosa inmunda, o que hace abominación y mentira, sino solamente
los que están inscritos en el libro de la vida del Cordero.
Juan 17: 16-19
No son del mundo,
como tampoco yo soy del mundo. Santifícalos en tu verdad; tu palabra es verdad.
Como tú me enviaste al mundo, así yo los he enviado al mundo. Y por ellos yo
me santifico a mí mismo, para que también ellos sean santificados en la verdad.
Apocalipsis. 3:
11
He aquí, yo
vengo pronto; retén lo que tienes, para que ninguno tome tu corona.
La Salvación
será malversada por gente falsa que pretende sacar el mayor lucro posible de la
gente que esté hambrienta de la Palabra de Dios, pero recibirán su pago en el
infierno por la eternidad; los piadosos estarán liberándose gradualmente, o de
tajo, de la tentación, pero lo importante es que los engañados también tendrán
un castigo eterno ya que, como lo vemos más adelante, en los siguientes versículos,
el que es vencido por algo, es esclavo de lo que lo venció.
Si nos damos cuenta de algo malo que hacemos y tenemos la intención de dejarlo
pero no lo dejamos porque es una pequeña mentira o porque estamos engañados y
pensamos que con hacer eso que le desagrada a Dios no le hacemos daño a nadie, y
decidimos ignorar que nosotros somos el templo del Espíritu Santo, tendremos un
castigo si continuamos en el pecado o haciendo algo malo. En 2ª Pedro 2: 21
dice que, por cuanto se conoce la Palabra y no hacemos lo correcto, el juicio es
mayor.
Oseas 4: 6
Mi pueblo fue
destruido, porque le faltó conocimiento. Por cuanto desechaste el conocimiento,
yo te echaré del sacerdocio; y porque olvidaste la ley de tu Dios, también yo
me olvidaré de tus hijos.
2ª Pedro 2: 1-22
Pero hubo
también falsos profetas entre el pueblo, como habrá entre vosotros falsos
maestros, que introducirán encubiertamente herejías destructoras, y aun negarán
al Señor que los rescató, atrayendo sobre sí mismos destrucción repentina. Y
muchos seguirán sus disoluciones, por causa de los cuales el camino de la
verdad será blasfemado, y por avaricia harán mercadería de vosotros con
palabras fingidas. Sobre los tales ya de largo tiempo la condenación no se
tarda, y su perdición no se duerme. Porque si Dios no perdonó a los ángeles que
pecaron, sino que arrojándolos al infierno los entregó a prisiones de oscuridad,
para ser reservados al juicio; y si no perdonó al mundo antiguo, sino que
guardó a Noé, pregonero de justicia, con otras siete personas, trayendo el
diluvio sobre el mundo de los impíos; Y si condenó por destrucción a las
ciudades de Sodoma y de Gomorra, reduciéndolas a ceniza y poniéndolas de
ejemplo a los que habían de vivir impíamente, y libró al justo Lot, abrumado
por la nefanda conducta de los malvados(porque este justo, que moraba entre
ellos, afligía cada día su alma justa, viendo y oyendo los hechos inicuos de
ellos), sabe el Señor librar de tentación a los piadosos, y reservar a los
injustos para ser castigados en el día del juicio; y mayormente a aquellos que,
siguiendo la carne, andan en concupiscencia e inmundicia, y desprecian el
señorío. Atrevidos y contumaces, no temen decir mal de las potestades
superiores, mientras que los ángeles, que son mayores en fuerza y en potencia, no
pronuncian juicio de maldición contra ellas delante del Señor. Pero éstos, hablando
mal de cosas que no entienden, como animales irracionales, nacidos para presa y
destrucción, perecerán en su propia perdición, recibiendo el galardón de su
injusticia, ya que tienen por delicia el gozar de deleites cada día. Estos son
inmundicias y manchas, quienes aún mientras comen con vosotros, se recrean en
sus errores. Tienen los ojos llenos de adulterio, no se sacian de pecar, seducen
a las almas inconstantes, tienen el corazón habituado a la codicia, y son hijos
de maldición. Han dejado el camino recto, y se han extraviado siguiendo el
camino de Balaam hijo de Beor, el cual amó el premio de la maldad, y fue
reprendido por su iniquidad; pues una muda bestia de carga, hablando con voz de
hombre, refrenó la locura del profeta. Estos son fuentes sin agua, y nubes
empujadas por la tormenta; para los cuales la más densa oscuridad está
reservada para siempre. Pues hablando palabras infladas y vanas, seducen con
concupiscencias de la carne y disoluciones a los que verdaderamente habían
huido de los que viven en error. Les prometen libertad, y son ellos mismos
esclavos de corrupción. Porque el que es vencido por alguno es hecho esclavo
del que lo venció. Ciertamente, si habiéndose ellos escapado de las
contaminaciones del mundo, por el conocimiento del Señor y Salvador Jesucristo,
enredándose otra vez en ellas son vencidos, su postrer estado viene a ser peor
que el primero. Porque mejor les hubiera sido no haber conocido el camino de la
justicia, que después de haberlo conocido, volverse atrás del Santo mandamiento
que les fue dado. Pero les ha acontecido lo del verdadero proverbio: El perro
vuelve a su vómito, y la puerca lavada a revolcarse en el cieno.
Luego
continua con la venida de nuestro Señor Jesucristo, con cielos encendidos y con
gran estruendo (cielos oscurecidos y el Gran Terremoto); luego entonces hay que
estar en Santidad para ser tenidos por dignos de ser llevados con el Señor.
2ª Pedro 3: 1-18
Amados, esta
es la segunda carta que os escribo, y en ambas despierto con exhortación
vuestro limpio entendimiento, para que tengáis memoria de las palabras que
antes han sido dichas por los santos profetas, y del mandamiento del Señor y
Salvador dado por vuestros apóstoles; sabiendo primero esto, que en los
postreros días vendrán burladores, andando según sus propias concupiscencias, y
diciendo: ¿Dónde está la promesa de su advenimiento? Porque desde el día en que
los padres durmieron, todas las cosas permanecen así como desde el principio de
la creación. Estos ignoran voluntariamente, que en el tiempo antiguo fueron
hechos por la palabra de Dios los cielos, y también la tierra, que proviene del
agua y por el agua subsiste, por lo cual el mundo de entonces pereció anegado
en agua; pero los cielos y la tierra que existen ahora, están reservados por la
misma palabra, guardados para el fuego en el día del juicio y de la perdición
de los hombres impíos. Más, oh amados, no ignoréis esto: que para con el Señor
un día es como mil años, y mil años como un día. El Señor no retarda su promesa,
según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no
queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento. Pero
el día del Señor vendrá como ladrón en la noche; en el cual los cielos pasarán
con grande estruendo, y los elementos ardiendo serán deshechos, y la tierra y
las obras que en ella hay serán quemadas. Puesto que todas estas cosas han de
ser deshechas, ¡cómo no debéis vosotros andar en santa y piadosa manera de
vivir, esperando y apresurándoos para la venida del día de Dios, en el cual los
cielos, encendiéndose, serán deshechos, y los elementos, siendo quemados, se fundirán!
Pero nosotros esperamos, según sus promesas, cielos nuevos y tierra nueva, en
los cuales mora la justicia. Por lo cual, oh amados, estando en espera de estas
cosas, procurad con diligencia ser hallados por él sin mancha e irreprensibles,
en paz. Y tened entendido que la paciencia de nuestro Señor es para
Salvación; como también nuestro amado hermano Pablo, según la sabiduría que le
ha sido dada, os ha escrito, casi en todas sus epístolas, hablando en ellas de
estas cosas; entre las cuales hay algunas difíciles de entender, las cuales los
indoctos e inconstantes tuercen, como también las otras Escrituras, para su
propia perdición. Así que vosotros, oh amados, sabiéndolo de antemano, guardaos,
no sea que arrastrados por el error de los inicuos, caigáis de vuestra firmeza.
Antes bien, creced en la gracia y el conocimiento de nuestro Señor y Salvador
Jesucristo. A él sea gloria ahora y hasta el día de la eternidad. Amén.
En el transcurso del libro vimos como diferentes profecías se han ido
cumpliendo, no solamente los milagros que ya están implicados en la historia de
los pueblos y de las naciones, sobre todo el pueblo judío, sino también y sobre
todo las predicciones que hablaban de la venida del Mesías (El Salvador del
pueblo judío, que siendo Dios se convirtió en hombre para morir por los pecados
de la humanidad, pero sobre todo del pueblo judío).
Esas profecías que el pueblo judío tenía y que eran más de 300
diferentes, algunas hablan de El Mesías humilde y las otras hablaban de El
Mesías Reinante, sin embargo, el hecho de tener que reconocer que un hombre
fuese El Enviado, El Hijo de Dios, “El Mesías” que ellos estaban esperando, les
impidió reconocer que era El Mesías humilde y era parte de esas profecías que
se estaban cumpliendo, entonces optaron por negarlo y crucificarle, cumpliendo
parte de esas mismas profecías. Jesucristo muere y resucita y ahora está a la
diestra de Dios Padre. Eso es lo que estuvimos viendo en las profecías del
inicio.
Las posteriores profecías muestran que, Israel en 1948 fue declarado
como una nación libre e independiente y a partir de entonces se pudo considerar
Israel como si se hubiese parido “en un solo día” ya que fue recogida de todas
las naciones y regreso a su tierra que le había sido prometida desde el
principio de su creación; Ahora estamos sufriendo las últimas etapas de esas
profecías que hablan de principios de dolores, guerras y rumores de guerras, también
habla de muerte, enfermedad, temblores. Son éstas las profecías que hablan de
cuando se edifica el tercer templo y empieza el continuo sacrificio, a partir
de entonces inicia una cuenta regresiva.
Al edificar tercer templo y restaurar el continuo sacrificio tenemos
una marca indiscutible de cuando empieza la última semana de Daniel; después de
eso viene la gran abominación, después la gran tribulación y al final de La
gran Tribulación, que solamente va a durar unos meses, viene la venida del
Señor Jesucristo, y viene, al mismo tiempo, el día de la ira de Dios, porque
los dos hechos se manifiestan con las mismas señales; y viene El Mesías como
Ladrón de Noche y, entonces, los que están muertos serán transformados en un
cuerpo incorruptible para así poder recibir a Cristo en los cielos; posteriormente
viene el juicio del trono blanco que también está profetizado y la vida eterna
en la presencia de Dios en la Nueva Jerusalén.
Espero que les haya gustado este libro, es una evidencia clara y
desmenuzada de los diferentes acontecimientos que podemos esperar. Al recibir
una vida eterna, algunos viviremos en una gloria eterna y otros en un castigo
eterno, por haber cerrado sus ojos, sus oídos y sus corazones a mensajes tan
contundentes.
Que Dios les bendiga.
Amén.
|